Objetivo
Determinar la utilidad de las autopuntuaciones de la salud estudiando la relación entre el nivel educativo y el nivel de salud declarado por las personas.Métodos
Utilizamos la muestra poblacional representativa a nivel mundial de la Encuesta Mundial de Salud 2002, constituida por 219 713 hombres y mujeres de más de 25 años de 69 países, a fin de examinar la relación entre el nivel educativo y los problemas de salud autopuntuados por las personas. Aplicando un modelo de regresión binaria con una función de enlace logit, usamos la mala salud cuantificada por los propios interesados como variable dependiente binaria, y la edad, el sexo y la educación como variables independientes.Resultados
Se observa a nivel mundial una relación inversa entre los años de escolarización y la autopuntuación de la mala salud (riesgo relativo aproximado, OR: 0,929; intervalo de confianza del 95%: 0,926–0,933). En comparación con las personas del quintil superior de años de escolarización, las situadas en el quintil inferior presentaban el doble de probabilidades de declarar problemas de salud (OR: 2,292; IC95%: 2,165–2,426). Observamos una relación dosis-respuesta entre los quintiles de años de escolarización y los OR de declaración de mala salud, y esa relación se observó tanto en hombres como en mujeres; en países de ingresos bajos, medios y altos; y en todas las regiones.Conclusión
Nuestros resultados parecen indicar que las autoevaluaciones de la salud pueden ser de utilidad para las investigaciones epidemiológicas en los países, incluso en los entornos de ingresos bajos.Fuente: SV Subramanian, Tim Huijts & Mauricio Avendano
Documento completo en inglés:
http://www.who.int/bulletin/volumes/88/2/09-067058.pdf
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